Una entrada clásica

Quiero hacer un espacio para escribir la letra de una de mis canciones favoritas, escrita por el maestro Joaquín Sabina. Sé que esto puede ser algo raro en mí, pero la verdad es que esta canción me encanta y quiero compartir la letra con ustedes.

A LA ORILLA DE LA CHIMENEA

Joaquín Sabina, 1992, “Física y Química”

Puedo ponerme cursi y decir que tus labios
Me saben igual que los labios que beso en mis sueños…
Puedo ponerme triste y decir que me basta
Con ser tu enemigo, tu todo, tu esclavo, tu fiebre, tu dueño…
Y si quieres también puedo ser tu estación y tu tren,
Tu mal y tu bien; tu pan y tu vino, tu pecado, tu dios, tu asesino…
O tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra
A la orilla de la chimenea a esperar que suba la marea.

Puedo ponerme humilde y decir que no soy el mejor
Que me falta algo para atarte a mi cama.
Puedo ponerme digno y decir “Toma mi dirección
Cuando te hartes de amores baratos, de un rato me llamas”…
Y si quieres también puedo ser tu trapecio y tu red,
Tu adiós y tu ven, tu manta y tu frío, tu resaca, tu lunes, tu hastío,
O tal vez ese viento que te arranca del aburrimiento
Y te deja abrazada a una duda, en mitad de la calle y desnuda.

Y si quieres también, puedo ser tu abogado y tu juez
Tu miedo y tu fe, tu noche y tu dia;
Tu rencor, tu porque, tu agonia…

O tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra
A la orilla de la chimenea a esperar que suba la marea.
O tal vez ese viento que te arranca del aburrimiento
Y te deja abrazada a una duda, en mitad de la calle y desnuda.
O tal vez esa sombra que se tumba a tu lado en la alfombra
A la orilla de la chimenea a esperar…